En este artículo, vamos a analizar una noticia que ha causado sorpresa y preocupación entre los usuarios de Ubuntu: el anuncio de que las versiones LTS (Long Term Support) disminuirán su periodo de soporte de 6 a solo 2 años a partir de la versión 22.04. ¿Qué implica este cambio y cómo afectará a los usuarios que prefieren una versión estable y duradera de Ubuntu? Veamos algunos puntos clave.
- ¿Qué son las versiones LTS y por qué son importantes? Las versiones LTS son aquellas que reciben soporte técnico y actualizaciones de seguridad durante un periodo más largo que las versiones regulares, que solo tienen 9 meses de soporte. Las versiones LTS se lanzan cada dos años y hasta ahora tenían un soporte de 6 años, lo que las hacía ideales para usuarios que buscan estabilidad, fiabilidad y compatibilidad a largo plazo, especialmente en entornos empresariales o educativos.
- ¿Por qué se reduce el soporte de las versiones LTS? Según el comunicado oficial de Canonical, la empresa detrás de Ubuntu, el motivo principal es optimizar los recursos y enfocarse en las nuevas tecnologías y tendencias del mercado. Canonical afirma que la mayoría de los usuarios de Ubuntu prefieren actualizar a la última versión disponible lo antes posible, y que solo una minoría usa las versiones LTS más allá de los dos primeros años. Por tanto, mantener el soporte de 6 años supone un esfuerzo innecesario y una distracción de los objetivos principales de la empresa.
- ¿Qué opciones tienen los usuarios de las versiones LTS? Los usuarios que quieran seguir usando una versión LTS más allá de los dos años de soporte tendrán que pagar por el servicio ESM (Extended Security Maintenance), que ofrece actualizaciones de seguridad críticas durante un periodo adicional de hasta 10 años. El servicio ESM tiene un costo anual por máquina y está dirigido principalmente a clientes corporativos o institucionales que necesitan mantener sus sistemas operativos por razones de compatibilidad, regulación o seguridad. Los usuarios domésticos o individuales tendrán que actualizar a una versión más reciente de Ubuntu o buscar otras alternativas.